Título: La chica invisible
Saga: La chica invisible #1
Editorial: Planeta Editorial
Aurora Ríos es invisible para casi todos. Los acontecimientos del pasado han hecho que se aísle del mundo y que apenas se relacione. A sus diecisiete años, no tiene amigos y está harta de que los habitantes de aquel pueblo hablen a su espalda. Una noche de mayo, su madre no la encuentra en casa cuando regresa del trabajo. No es lo habitual. Aurora aparece muerta a la mañana siguiente en el vestuario de su instituto, el Rubén Darío. Tiene un golpe en la cabeza y han dejado una brújula junto a su cuerpo. ¿Quién es el responsable de aquel terrible suceso? Julia Plaza, compañera de clase de la chica invisible, está obsesionada con encontrar la respuesta. Su gran inteligencia y su memoria prodigiosa le sirven para realizar el cubo de Rubik en cincuenta segundos o ser invencible jugando al ajedrez. Pero ¿podrá ayudar a sus padres en la resolución de aquel enigma? Su madre, Aitana, es la forense del caso y su padre, Miguel Ángel, el sargento de la Policía Judicial de la Guardia Civil encargado de la investigación. Julia, junto a su inseparable amigo Emilio, un chico muy particular con una mirada inquietante, tratará de hacer todo lo que esté en su mano para que el asesinato de Aurora Ríos no quede impune.
A pesar del gran tiempo que llevo con este libro en las manos, no lo he terminado hasta ahora.
Me alegra bastante haberlo hecho en estas fechas, más que nada porque he podido sentir el miedo de algunos de los personajes ,y adentrarme perfectamente en la historia. Seguro que ese sentimiento se ha incrementado al pasar estas noches de Halloween leyéndolo, o tal vez, por la gran pluma del autor en este género.
Creo que a más de una persona, sobre todo las que llevamos leyéndolo desde el principio, nos ha impresionado su gran forma de desarrollarse y expresarse. Sabemos que lee mucho a Agatha Christie, pero poder cambiar de un romance juvenil a un thriller, y aún tener así unos detalles únicos que sabes que se trata de él que está escribiendo, no son todos que consiguen hacer eso.
Empezando por su gran pluma que una vez más me ha enganchado en estas épocas difíciles para el estudiante, puedo confirmar que no ha cambiado absolutamente nada. Con esto me refiero que sigues leyendo sin darte cuenta, un capítulo tras otro sin sentir que el tiempo está pasando, hasta que llegas al final y no puedes creertelo. Es verdad que hubo algunos capítulos que sentí que se había quedado ‘’trabado’’ al escribir, porque se repetían mucho los pensamientos de la protagonista principal, Julia Plaza, pero de todos modos, esos capítulos me han servido de repaso para todos los acontecimientos y datos almacenados para descubrir quién era el asesino.
He de destacar que la parte más importante del libro fue la trama. Normalmente en sus libros suelo fijarme más en sus personajes (Y no fue una excepción), pero esta vez algo más pudo con mis ‘’genes lectores’’, y eso fue lo tan bien desarrollada que estaba la historia. Yo nunca, desde que tengo memoria de haber leído libros y libros del mismo género, nunca me habían hecho de la cabeza un gran lío. Llegó un momento que incluso no sabía de quién sospechar por tener datos necesarios de todos ellos que les acercaba a la escena del crimen, ¿No es increíble? Si leéis el libro de El asesinato en el Orient Express de Agatha Christie, tendréis un ejemplo muy parecido. Me ha encantado ese detalle.
Destacan los temas del bullying, de una forma que uno llega a autocastigarse como forma de liberación. El amor de todas las formas posibles como una gran característica de sus novelas, en todos los ámbitos, que lleva a conflictos de pareja, y relaciones externas. Los problemas mentales,que aunque a muchas personas les parece una broma, no lo es. En esta novela podéis ver lo complicado que ha sido para algunas personas asimilar ciertos hechos, mantenerse estable, y tomar las decisiones concretas.
Tal vez en este caso no sea tan difícil ya que nuestra protagonista es una superdotada bastante peculiar, al igual que muchas de sus compañías. Al tener este gran don para muchos, pero para otros una monstruosidad, le lleva a pensar siempre por encima de los demás y, queriendo o no, le puede llevar a obsesionarse con ciertos temas, y hasta no resolverlos, no se puede mantener estable. Pero una cosa sí, que es de donde podemos ver su gran capacidad de reflexión y estabilidad emocional, sabe como poner las cosas en orden tras ver lo mal que lo lleva si no descansa. Eso deberíamos aplicárnoslo todos de vez en cuando. O mejor dicho, siempre.
El personaje quien me decepcionó bastante fue Iván. Dio bastantes giros en el libro, y cuando uno pensaba que por fin se había estabilizado por todo lo ocurrido, y por todo lo que había pasado, resulta ser una persona más horrible de lo imaginado. Siempre tuvo indicios de inestabilidad y de ser ‘’mujeriego’’, pero incluso aunque algunos a veces estén cayendo en picado, siempre hay esa esperanza que se dá en el último momento por si se cambia las cosas. Esa sensación, y esa oportunidad también se la dio uno de nuestros personajes. Parecía en esos momentos que lector-personaje se convertía en uno solo. Una maravilla de redacción.
Y por otra parte, personajes como Emilio, me parecieron bastante sosos. O para explicar bien, no sosos, sino que están allí para poder tirar de algún hilo más, y así conseguir tener un motivo más para realizar ciertas acciones.
Y para finalizar, hablaros muy resumidamente de ese final tan inesperado. Yo, sinceramente, sabía que terminaría de x formas por las notificaciones del autor en redes sociales, pero no una acción o tipo de acción en concreto. Pensaba que algo pasaría, y así fue. Pero nada de lo que estaba rondando por mi cabeza. Por lo cual, imaginaros todo tipo de cosas que puede pasar, y sorprenderos con ese final tanto como yo.
Leed este libro en invierno, otoño, primavera, no tan recomendado en verano, pero disfrutadlo, y dejaros llevar por la gran pluma de este autor. Dejad que os deje estupefactos con partes encontradas del crimen, y nunca miréis hacia atrás, porque así más dudas os entrarán.
He de mencionar a alguien muy especial que hizo de esta lectura algo posible. Así que tú ya sabes quien eres, Teddy. Y desde aquí, te doy las gracias desde todo mi corazón de melón.
