Reseña: El agente de Agustín Ezequiel Marco

Chiado Editorial

Una historia de diamantes y secretos en cadáveres en el que entran en juego una familia.

¿Pero quiénes son? ¿En quién se puede confiar?

Una familia de tres integrantes viven en la calle. Pero gracias al padre de esa familia que rescató a un hombre de gran importancia, este obtuvo un trabajo, y un techo cual darles a su mujer, y a su hija.
Se trasladaron a vivir en una casita cerca del cementerio, el cual guardaba varias sorpresas allí dentro. 
Todo la historia va centrada en la busca de un diamante que encontró Magdalena en la ducha, y es por donde viene el problema.

Desde un principio cuando comenzais a leer este libro, os dais cuenta de que el autor es una persona suramericana sin siquiera conocerlo. Los verbos están todos conjugados de la misma forma que hablan los argentinos, además de las expresiones que no pude evitar reírme con ellas. Se me hace raro leer un libro de esa forma, porque no consigo tomarme en serio varias partes. 

Pero de todos modos, he de decir que por general, ha sido un bonito relato para entretener media horita.

Hay escenas las cuales me gustaría suprimirlas, por ser innecesarias, o porque destrozan el concepto. Añade demasiados detalles innecesarios, los cuales no se necesitan para seguir la historia. Pero por estos, es más fácil terminar haciendo una confusión en la cabeza que otra cosa. A mí me pasó varias veces.

El tema está bien, se sabe qué es lo que quiere contar el autor realmente. Pero no está bien narrado. Hay momentos cuales uno se pierde mucho. Por no decir demasiado. Tal vez por la falta de una coma, un punto, un espacio...Cambia de ambientación como si diera un paso al otro lado. Termina una escena, pero en casi esa misma línea, ya empieza otra que no tiene nada que ver.

Le di a este libro 3 estrellas de 5. Pero he de aclarar que no lo hice por pena. Simplemente porque no tiene como finalidad principal, el de adentrarte a un nuevo mundo y vivir las experiencias con los personajes. Simplemente es un relato breve, para pasar un rato como hice yo.