lunes, 12 de septiembre de 2016

Reseña: El noviembre de Kate

Colaboración con Roca Editorial.


Me acuerdo perfectamente cuando llegó este libro a mis manos. Fue mi primer ejemplar colaborando con Roca Editorial, y me puse muy muy contenta. Además del libro en sí, me venía con un catálogo, y un dossier del libro. Pasó mucho tiempo desde que lo cogí para comenzar a leerlo, porque como ya sabéis, entre las vacaciones y los estudios se me retrasaron un poco las lecturas.
Pero hoy, os vengo a traer mi reseña sobre este libro que me llenó de esperanzas. Me hizo sentir como una niña pequeña al emocionarme por partes sencillas, por saber qué iba a pasar aunque más o menos lo imaginara. Fue increíble.


La historia está contada en primera persona por distintos narradores: Está Kate, la protagonista femenina, Don, el masculino, y William un meteorólogo jubilado. Ambos cuentan acontecimientos que en un principio parece ir cada uno por su lado, pero terminan juntándose en un final que sorprende a todos. ¿O habrá alguien a quien no?

Con esta novela vemos la reflexión sobre la vida, por así decirlo. Las condiciones de cada uno de los personajes, pero que aún a pesar de eso, el trabajo los une. Pero no siempre para bien. Para explicar un poco esto, me gustaría hablar de los personajes por separado, pero sin spoilers.

Kate trabaja como secretaria en Milton Consultants. Un gran trabajo, si no fuera por su queridísimo jefe el señor T-rex.Vive en un desastroso edificio que parece que se va a caer en tan solo mirarlo, y los viernes por la noche tiene un pequeño programa de radio donde habla sobre el romanticismo y los autores románticos del siglo XIX.
En cambio Don, es un Policía que trabaja en los delitos informáticos. Y vive en una gran casa con su padre y su hermano pequeño. Los viernes por la noche, siempre va a una cafetería escondida a tomar su cerveza negra con sus amigos que le ayuda en una investigación.
No pasaré más de esto, porque si no puedo contaros toda la historia.

Cambiando un poco al tiempo, se puede decir que la autora sí que sabe describir bien un paisaje de invierno. Seguramente lo habría disfrutado más si lo hubiera leído por esos temporales, porque de verdad, podía sentir cada una de las palabras que leía refiriente al clima. Es un punto bien grande que no todos los autores consiguen hacerlo, y es muy importante. Además del tiempo, el espacio también es algo bastante original, por así decirlo. Me hizo recordar más o menos la ciudad en la que vivo. Está muy bien pensado los detalles de los lugares. Y por no decir esa casa de los Becker. Creo que a todos nos gustaría vivir en un lugar como ese.
El ambiente tan familiar de aquella casa es contagiosa. Me hizo a mí sonreír como una tonta mientras lo leía.

Y para finalizar esta reseña, voy a resaltar ese final que me hizo saltar de alegría. Mientras avanzaba las páginas y ni siquiera rozaba el final, ya estaba pensando en él. Como os dije al principio, William, un meteorólogo, también narraba. ¿Pues qué pasó? No sé si era la idea original de la autora, pero me hizo imaginarme un final totalmente distinto al verdadero. No sabéis lo confusa, y atormentada que me ponía al leer el trocito de texto que narraba a veces entre capítulos. Fue...Demasiado para mí. Pero en cuanto esas últimas páginas llegaron a mis ojos, fui feliz de tal manera que no sabía qué hacer.










3 comentarios:

  1. Tengo muuuuuchas ganas de leerlo. Me encantan las novelas feel good.

    Un beso!!

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  2. Lo había visto pero no sabía de qué iba ni había leído ninguna reseña, pero me has dejado con muchas ganas de leerlo *-* ¡Me lo apunto porque tiene muy buena pinta! :D ¡Enhorabuena por la colaboración!
    ¡Besos!

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  3. Me alegra muchísimo que el final te gustara, pero sobre todo me encanta haberte hecho sonreír. Muchas gracias por leerme y por la reseña. Un besazo.
    Mónica Gutiérrez

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